General Hugo Martín Guardia

Nació en Cúa, Estado Miranda en el año 1870. Ocupó altos cargo públicos, entre otros, la Presidencia del Estado Miranda, actividad en ¡a que puso de relieve su valor cívico, su hombría de bien y su severo carácter. Fue principalmente un hombre de trabajo, entregado a la vida agrícola. Tai era su prestigio, como también el respeto que inspiraba la rectitud de su personalidad, que en cierta ocasión denunció directamente ante el Presidente de la República, General Juan Vicente Gómez, un conato de monopolio para la compra de cosechas de maíz procedentes de los Valles del Tuy, ya que tenía planeado de un todo el hijo del Secretario de la Gobernación del Distrito Federal, todo con el fin de beneficiar una empresa de su propiedad de pilones de dicho cereal, maniobra prohijada por este alto funcionario en Caracas.


Dicha denuncia la hizo después de apostrofar, en pleno patio de la Gobernación de Caracas, la conducta del padre en presencia del hijo. La maniobra exclusivista fracasó totalmente, pues el General Gómez, duro y rígido como siempre, tomó en cuenta incontinente la honrosa actitud del General Guardia, y los agricultores del Tuy no sufrieron los perjuicios que habría podido acarrearles tal situación. Años después, en 1920, sufre grave dolencia y es atendido de urgencia por su primo político, el Dr. Luis Razetti, el cual, pese a sus esfuerzos y sabios conocimientos, no pudo evitar el infortunado deceso de su familiar, acaecido en la ciudad de Caracas.


Visto el ejemplarizante caso de honestidad y gallardía del General Hugo Martín Guardia, el cual se encuentra inserto en las páginas del Diccionario Biográfico, Geográfico e Histórico de Venezuela, del insigne escritor Ramón Armando Rodríguez, se llega a la infeliz conclusión de que en Venezuela salvo las obligadas excepciones de rigor, siempre ha existido ia corrupción y manejos dolosos de toda índole, sólo que en esa y otras épocas, las máximas autoridades de turno, siempre tenían a mano el correctivo exacto para poner tras las rejas a los depredadores de la cosa pública. Ya lo dijo nuestro Libertador, el primero y más grande venezolano de todo los tiempos: "LOS INTERESES DE LA PATRIA SON SUPERIORES A TODO". Es decir, Venezuela Siempre Primero.



Autor: Adolfo Angulo Peréz